miércoles, 10 de junio de 2015

Ubicacion Espacial



Los primeros pueblos que habitaron el planeta desarrollaron mapas que les permitían localizar un lugar determinado, los cuales eran elaborados en pieles de animales y con pinturas de origen natural; así, a través de símbolos y líneas, ubicaban los puntos que eran de su interés.
     La necesidad de ubicar un lugar determinado de la Tierra que demostraron los pueblos de la antigüedad es, en esencia, la misma que se tiene en la actualidad.
     Cuando hay necesidad de dirigirse a un lugar nunca antes visitado, es muy probable que se tenga la necesidad de observar los letreros de las calles cuya finalidad es la misma que la de los mapas: la localización.
     Si en un salón de clases se quisiera localizar objetos determinados, sería necesario mencionar, por ejemplo, que el pizarrón se ubica a la derecha de la entrada, los pupitres a la izquierda, el escritorio del maestro al frente, etcétera.
     De modo que para localizar cualquier objeto o lugar determinado, se debe contar con un punto de referencia. En el ejemplo citado, el punto de referencia fue la entrada, ya que la localización de todos los objetos se hizo tomándola como señal.
     Muchos pueblos de la antigüedad, para ubicarse, tomaron como punto de referencia al Sol. En la actualidad, el término orientación continúa empleándose en relación con dicha estrella, ya que por la mañana el Sol aparece por el oriente. Con base en esta observación, los navegantes de la antigüedad establecieron la llamada rosa de los vientos, que se incluye en la mayoría de los mapas para señalar los puntos cardinales.
     Los puntos cardinales del norte y sur no reciben ningún otro nombre, pero el este y el oeste reciben diferentes nombres. Al primero se le conoce como oriente, debido a que es lugar por donde sale el Sol; al oeste, también se le llama occidente o poniente, porque el Sol se "pone" u oculta por esa región. Los mapas, como se mencionó, tienen su origen desde los comienzos de la civilización; así, en la época de Homero, se creía que el mundo no se extendía más allá de los límites del mar Mediterráneo, que significa mar en medio de la Tierra, pues se consideraba que éste se encontraba rodeado por un gran océano mundial.
     Por su parte, Tolomeo y Eratóstenes introdujeron mejoras significativas en la representación de la Tierra.
     En el siglo XI, los conocimientos geográficos de la antigüedad habían sido conservados por los árabes (y ampliados en China), pero se habían perdido casi en forma total entre los pueblos de Europa.
     En la Edad Media se representaba a la Tierra de forma plana y Jerusalén era el centro del mundo. con el paso del tiempo y los avances de la ciencia, los conocimientos geográficos han permitido conocer la forma real de la superficie terrestre.

Si viajas por tierra (por ejemplo, en carro) es muy útil saber leer un mapa vial, porque estos pueden indicar lugares como Parques Nacionales, Monumentos Históricos, autopistas, carreteras, entre muchos otros detalles útiles. Un mapa vial bueno incluye una leyenda de cada símbolo, la mayoría de estos símbolos son reconocidos internacionalmente.

Componentes de un Mapa 
Todo mapa está dibujado a escala. Esto significa que se puede medir una distancia en el mapa y sacar la cuenta para saber cuáles son las distancias reales que se ha de viajar o caminar. Los mapas traen en una esquina la escala en la cual fue dibujada. Por ejemplo, si la escala es de 1:25000, equivale a 250 m en la tierra. Entre más pequeño el número de la escala, el área expuesta sera más detallada y cercana a la realidad.

Pero si no estás en un lugar donde puedes ver o ubicarte bien, una brújula es un instrumento muy útil para ubicarse y orientarse. 

En el siglo VI a. C., se descubrió (por un pastor, según la leyenda) que cierta clase de mineral atraía el hierro, y si se frotaba un fragmento de hierro o acero con este material, quedaba magnetizado. La piedra se llamó piedra de Magnesia ya que fue hallada cerca de la ciudad de Magnesia, y el fenómeno se denominó magnetismo. También se descubrió que si se permitía a una aguja magnética girar libremente, siempre señalaría en dirección Norte. Los europeos la empezaron a utilizar en la navegación alrededor del año 1180

Con el tiempo la aguja se colocó sobre una tarjeta marcada con varias direcciones y en una caja, se le dio el nombre brújula, palabra que deriva de otra latina que significa "caja". Así los navegantes fueron los primeros en utilizar la brújula para orientarse 
Si te has perdido, y tienes la suerte de llevar contigo una brújula, ubica el norte, luego selecciona un objeto que creas que está, en el camino que vas a tomar, ubica la posición de éste en la brújula y empieza a caminar hacia ese objeto, si sientes que te estas desviando, reoriéntate con la brújula, cuando llegues al objeto seleccionado, selecciona otro y te vuelves a guiar. Es importante antes de salir de paseo o excursión ubicar tu punto de partida según la brújula, así sabrás hacia qué dirección debes dirigirte cuando te pierdas.


Pero si no tenemos una brujula o un mapa podemos recurrir a esto para ubicar los puntos cardinales

1.- Como sabemos el sol sale por el Este y se pone por el Oeste. Nos colocamos en cruz y nuestro brazo derecho debe señalar hacia el este por donde sale el sol. Por lo tanto, frente a nosotros tendremos el Norte, detrás tendremos el sur y a nuestra izquierda el Oeste.

2.- Podemos orientarnos por la noche si se ven las estrellas. En el hemisferio norte, basta con encontrar la Estrella Polar. Si nos colocamos mirando hacía ella, estaremos mirando el norte.



3.- Si vemos la Luna en el cielo y está en cuarto creciente, sus puntas apuntarán al Este. Si la Luna está en cuarto menguante, sus puntas señalaran el Oeste.



4.- Por la sombra de un palo. Esperamos que el sol esté en lo alto. Clavamos un palo en el suelo y señalamos el extremo de su sombra. Esperamos media hora y repetimos la operación. El primer punto señala el Oeste, y el segundo, el Este.


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